
El FC Barcelona, en otra grande tarde de fútbol, derrotó al Real Madrid por cuarta vez esta temporada y dejó la Liga vista para sentencia. Son siete los puntos de ventaja que lleva sobre el equipo blanco con nueve en disputa. Puede ser campeón el miércoles si los de Carlo Ancelotti no ganan al Mallorca o derrotando el jueves al Espanyol en Cornellà como ya sucedió hace dos temporadas.
El equipo de Hansi Flick logró la victoria realizando una media hora final de la primera parte espectacular, en la que logró cuatro goles que sirvieron para remontar los dos tempranos de Mbappé. En la segunda mitad hubo de todo, control, descontrol, otro gol de Mbappé, una decisión poco comprensible de Hernández Hernández no señalando un claro penalti de Tchouaméni a pesar de ser llamado por el árbitro de VAR, Martínez Munuera, un gol anulado a Fermín… Muchas cosas a analizar y otras que muchos no vieron. Como las siguientes.
Piqué llegó con Ibai
Gerard Piqué se presentó en Montjuïc con su buen amigo Ibai Llanos. No estaba prevista la presencia de ninguno de los dos en un palco en el que sí estuvieron otros exjugadores del Barça como Henry, Romario o Davids. Los integrantes del departamento de protocolo tuvieron que reaccionar rápido porque Ibai no tenía ni entrada. Fue ubicado en la zona VIP. Sí estuvo en el palco el cantante Travis Scott, de quien el Barça hizo publicidad en el clásico. Llegó muy justo al partido y acompañado por dos amigos de más de dos metros. Se volvió loco en el palco con la remontada del Barça. Tras el partido bromeó con Lamine, que le firmó una camiseta, y con el hermano pequeño del crack azulgrana.
Araujo, capitán en el banquillo
No lo está pasando bien el uruguayo tras las críticas recibidas tras el partido ante el Inter. Araujo, de todos modos, ejerce de capitán y su implicación es máxima. Protestó como el que más una falta sobre Lamine en el segundo gol de Mbappé y otras jugadas. Le costó una amarilla que provocó que no fuese el relevo de Cubarsí, entrando Christensen por el catalán.
La reivindicación de Lamine y Raphinha
Desde Madrid llevan toda la temporada intentando ensuciar los éxitos del Barça. Tras algunos rumores, un exmédico del club blanco, Niko Mihic, insinuó que los vendajes que varios jugadores azulgranas llevan en sus muñecas podían esconder pinchazos relacionados con el dopaje. En el clásico, dos goleadores del Barça respondieron a esas acusaciones. Lamine, antes de marcar el 2-2, se quitó el vendaje y lo tiró en el centro del campo. Raphinha se tocó su venda azul celebrando uno de sus tantos.

Raphinha celebra uno de sus goles con su venda azul / Javi Ferrándiz
Florentino estuvo presente
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, no estuvo en el palco de Montjuïc siguiendo el clásico. Quizá se temía una nueva derrota de su equipo. De todos modos, fue recordado por la afición del Barça, que animó como nunca a los suyos y se enfadó mucho tras el claro penalti por manos de Tchouaméni no señalado por Hernández Hernández. Gritos de “LaLiga es una mafia” y de “Florentino, hijo de p…”.
Vinicius, Balón de Playa
No ha sido la presente la mejor temporada de Vinicius. El brasileño, tras perder el Balón de Oro ante Rodri, bajó su rendimiento y tiene que escuchar en todos los campos como la afición rival le canta: “Balón de Playa, Vinicius Balón de Playa”. Montjuïc no fue una excepción. Además, cuando fue cambiado con molestias, tuvo que ver como un aficionado azulgrana con la camiseta de Guardiola le enseñaba un balón de playa. Nada le gustó al brasileño, que se encaró con el seguidor del Barça.
Los de seguridad, desbordados
Ya en tiempo de descuento, Fermín se sacó una jugada brillante y un tremendo golazo. Era la sentencia y el andaluz corrió a celebrarlo como un loco con la grada. Le siguieron casi todos sus compañeros. Incluso Flick invadió el terreno de juego. Los futbolistas azulgranas se abrazaron con los aficionados como ya ocurrió con el gol de Koundé en la final de Copa. Salieron tras ellos varios miembros de seguridad del club, pero nada pudieron hacer para frenar la euforia. Instantes después, Hernández Hernández anulaba el gol por manos de Fermín. Por suerte, no hizo falta.

Fermín salta la valla para ir a celebrar el gol que no valió con la afición / Javi Ferrándiz
Las lágrimas de Szczesny
El polaco parece un hombre de hielo, pero tras el pitido final del árbitro, arrancó a llorar. Estaba retirado, atendió la llamada de Lewandowski tras la lesión de Ter Stegen y ha ganado la Copa y está a un paso de ganar la Liga. Ya más relajado y con la mayoría de jugadores en el vestuario, tanto él como Lewandowski se pasaron un buen rato sobre el césped con sus familias. Szczesny jugaba con su hijo en la portería mientras un grupo de aficionados del Barça cantaban, en broma: “Szczesny fumador, Szczesny fumador”.
El cambio de Gavi
Gavi es uno de los jugadores que más siente los colores del Barça. Fue uno de los que atendió a los medios de comunicación tras el partido. Preguntado por el árbitro en la zona destinada a prensa y radios, no quiso entrar a valorar la actuación de Hernández Hernández. Después fue a la zona de las televisiones y allí no se pudo aguantar después de que le hiciesen la misma pregunta. “Está claro que el Barça, para ganar, siempre tiene que hacer más cosas que los demás”, dijo.