el régimen de Maduro va a las urnas “bajo amenaza de conspiración extranjera” y boicot de gran parte de la oposición

El gobierno de Nicolás Maduro ultima los preparativos para las elecciones regionales y legislativas previstas para el 25 de mayo mientras denuncia “un plan conspirativo” en su contra donde ha detenido unos supuestos 40 conspiradores, entre ellos un argentino, al tiempo que la líder opositora María Corina Machado llama a no votar en la “farsa electoral” para dejar las calles y urnas vacías este domingo.
El ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, anunció este miércoles la captura de un ciudadano español, un argentino y un búlgaro, acusados de participar en un complot, sumándose a los 17 extranjeros recientemente encarcelados en Venezuela por su implicación en un plan contra las elecciones del próximo domingo 25 de mayo.
Se trata del argentino Pablo González Carrasco, un empleado bancario que vino a Caracas este fin de semana para participar en un foro sobre ciberseguridad. Se especializa en el área de seguridad informática del mundo bancario. Y es el segundo argentino después del gendarme Nahuel Gallo que fue detenido el 8 de diciembre pasado cuando intentaba encontrarse con su esposa venezolana.
79 presos políticos extranjeros
En su programa de la cadena Venezolana de Televisión (VTV) el ministro señaló que, hasta el lunes, las autoridades habían arrestado a 38 personas, calificadas como “mercenarios”, incluyendo 17 extranjeros y 21 venezolanos, algunos de los cuales habrían regresado al país. Cabello reiteró que los detenidos formaban parte de un supuesto plan para “sabotear de manera violenta” las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo, utilizando “explosivos”.
Sin embargo, la ONG Foro Penal registra este martes 79 presos políticos con nacionalidad extranjera en el país, tras la liberación de un exmilitar estadounidense que estuvo detenido desde noviembre de 2024, indicó a EFE el vicepresidente de la ONG, Gonzalo Himiob.
Asimismo, el abogado dijo que el lunes se agregó a la lista a un ciudadano de nacionalidad rumana que se encuentra detenido en el país suramericano desde septiembre del año pasado.

Foro Penal asegura que hay 900 presos políticos en Venezuela, muchos de ellos encarcelados en el contexto de la crisis desatada tras las elecciones presidenciales de 2024.
Del total, 730 son civiles y 170 son efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), según la ONG, que también registra cinco adolescentes presos.
En la red social X, el presidente de la organización, el abogado Alfredo Romero, saludó la liberación del veterano de la Fuerza Aérea de EE.UU. Joe St. Clair, quien, según el activista, se encontraba recluido en la cárcel Rodeo I, ubicada en una zona cercana a Caracas.
María Corina urnas vacías para el domingo
Para las elecciones del domingo María Corina Machado ha hecho varias advertencias sobre la ilegalidad de las elecciones regionales convocadas por Maduro para el domingo y la necesidad de rechazarlas porque no han reconocido los resultados de las elecciones del 28 de julio pasado en las que el líder opositor Edmundo González Urrutia había ganado con casi el 70% de los votos según certificación del Centro Carter y las Naciones Unidas.
En ese sentido Machado has dicho que las del domingo son una farsa “no es una elección, es una asignación de cargos”, y hoy hizo un llamado por sus redes sociales para que nadie acuda a la convocatoria con el fin de dejar las calles y las urnas vacías.
Al igual que su promotora, Edmundo González Urrutia, legítimo presidente electo en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024, han llamado al país a la abstención, calificando este evento electoral como “una gran farsa que el régimen quiere montar para enterrar su derrota del 28 de julio”.
La baja participación
Según la encuestadora Delphos de Félix Seijas, la participación del electorado el domingo estaría entre 15 y 20%. El universo electoral es de 21 millones electores. La población es de 36 millones de venezolanos, de los cuales 8 millones se encuentran en la diáspora. Hay unos 6.141 candidatos inscritos para participar el domingo que se disputarán 285 escaños en el parlamento, 24 gobernaciones y más de 500 diputados en las asambleas legislativas regionales.
Un ala disidente de la oposición decidió participar. La encabeza el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, que aspira a un escaño en el Parlamento.
Pero las proyecciones son pobres: un puñado de diputados y repetir en dos gobernaciones, la del petrolero estado Zulia y el insular Nueva Esparta, que incluye la turística isla de Margarita.
“El voto es una herramienta de cambio, de lucha, de resistencia”, aseguró Juan Requesens, que aspira a la gobernación del estado Miranda, que abarca parte de Caracas.
Lo dijo durante un recorrido de una barriada en el que buscaba movilizar a electores. “íAlacrán!”, le gritaron algunos en referencia al apodo usado por la oposición para quienes considera colaboracionistas.
Para el analista político Manuel Isidro Molina la elección del domingo es una simulación, no es una elección sino una falsificación, “una farsa que el gobierno de Maduro ha convocado porque necesita legitimar de alguna manera el fraude que cometió el 28 de julio”, desconociendo a González Urrutia y montándose Maduro como presidente fraudulento de su tercera reelección presidencial.
No es la primera vez que el gobierno lanza una conspiración extranjera para derrocarle en la víspera de una elección.
Según los analistas este tipo de acusaciones puede tener varias funciones: “En primer lugar, permite al gobierno desviar la culpa de la baja participación, enfatizando que es la oposición quien está saboteando el proceso democrático en lugar de reconocer sus propias fallas. Además, puede servir para consolidar un discurso de unidad nacional en el que la oposición es presentada como un enemigo del estado y de los intereses del pueblo”, dicen.
Desde una perspectiva comunicativa, acusar a la oposición de boicot puede ser una herramienta eficaz para movilizar a la base de apoyo del régimen, presentándose como “el salvador de la democracia frente a las amenazas externas. Esto también puede abrir la puerta a un aumento de la represión contra voces disidentes, justificando acciones como la detención de líderes opositores o la restricción de los medios de comunicación bajo la premisa de “proteger” el proceso electoral.
El aumento de la represión se registra con la detención de 79 extranjeros entre los 900 presos políticos que son utilizados en las cárceles venezolanas como medios de extorsión para enriquecer a los carceleros.