
“Ninguno de nosotros podemos convocar a las huelgas”, dijo el ministro del Interior, Armando Benedetti, sobre las movilizaciones por el paro nacional convocado por las organizaciones sociales afines al petrismo. Por la misma línea, en la mañana, el presidente Petro se desmarcó de la convocatoria y dijo que los responsables son los sindicatos y la coordinadora popular.
La desmarcada del gobierno se da en medio de unas movilizaciones que, al menos en Bogotá, fueron pequeñas, y en su inmensa mayoría integradas por los trabajadores públicos sindicalizados.
Por ejemplo, José Ignacio Garnica, de 61 años, marchó junto a sus compañeros de trabajo de la Imprenta Nacional. Su grupo estaba sosteniendo una pancarta con el rostro de los ocho senadores de la Comisión Séptima que hundieron la reforma laboral, ahora resucitada en la Comisión Cuarta.


Las marchas llegaron hasta la Plaza de Bolívar, que estuvo lejos de estar llena, y no contó con la presencia del presidente Petro en plaza pública, como en otras oportunidades.
Sin embargo, en contra de lo que dicen Benedetti y Petro, el gobierno y la bancada del Pacto Histórico promovieron abiertamente las movilizaciones en el paro. De hecho, cuando fue anunciado, estuvo el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, y pesos pesados de la izquierda, como la senadora Gloria Flórez y la exministra Gloria Inés Ramírez.
Mañana, el paro continuará con un cabildo abierto en la Plaza de Bolívar, a las 3 pm. En paralelo, hoy arrancó el plazo de 8 días exigido por la ley para que inicie, en la plenaria del Senado, el cuarto y último debate de la reforma laboral.