

Guyana anunció un endurecimiento en sus acciones contra el contrabando de oro en la frontera con Venezuela, tras insistentes solicitudes del gobierno de Estados Unidos, según declaraciones realizadas por el presidente Irfaan Ali, quien destacó que su administración está “dedicando enormes recursos” para enfrentar el problema, que afecta desde hace tiempo a la economía y seguridad del país.
El presidente aseguró que han reforzado la presencia de patrullas fronterizas e incrementado el monitoreo en las zonas de extracción minera. Ali advirtió públicamente a “todos sus aliados” sobre la amenaza que representa este ilícito, recalcando que el contrabando de oro puede “fortalecer o proteger a fuerzas antidemocráticas”.
En el encuentro previo al aniversario 249 de la independencia de Estados Unidos, el mandatario remarcó el compromiso de su país de “adaptar recursos para garantizar que la amenaza del contrabando ilícito de oro, que puede fortalecer o proteger a fuerzas antidemocráticas, sea desplazada contra nuestros aliados”.
Datos del Ministerio de Recursos Naturales de Guyana revelan que el oro constituye el segundo producto de exportación más relevante, detrás del petróleo, generando cerca de 1.000 millones de dólares en 2023. Ese año, la producción llegó a 434.000 onzas, superando levemente las 432.000 del año previo. Sin embargo, las autoridades estiman que hasta el 50% de la producción total es sacada del país de forma clandestina.
Funcionarios locales han señalado que tienen sospechas fundadas de que oro originado en Venezuela, algunas veces sancionado internacionalmente, es mezclado con el extraído en Guyana para, posteriormente, ser presentado y exportado como producción local con destino a mercados de Estados Unidos, Canadá y el Medio Oriente. En 2021, la Real Casa de la Moneda de Canadá suspendió la compra de oro a una importante exportadora guyanesa tras advertencias sobre posibles envíos mezclados con oro venezolano, controversia que fue negada por la compañía implicada.
Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Guyana suspendió las visas de varios mineros acusados de participar en estos esquemas de contrabando. La embajadora estadounidense Nicole Theriot elogió la cooperación de Guyana en controles fronterizos y subrayó la coordinación permanente para resguardar la frontera común con Venezuela.

Entre las preocupaciones adicionales, las autoridades de Guyana han señalado que el oro procedente de Venezuela es comercializado a precios inferiores a los del mercado global. Además, funcionarios guyaneses identifican a la Compañía General de Minería de Venezuela (Minerven) como responsable de parte de las operaciones de extracción y tráfico internacional hacia otros países sudamericanos.
Las relaciones entre ambos países sudamericanos se mantienen tensas por el antiguo litigio sobre la región del Esequibo, un territorio rico en recursos naturales como oro, diamantes, madera y petróleo. Este conflicto territorial se suma al desafío que enfrentan las autoridades de Guyana para frenar el flujo ilegal de oro y regular el sector minero en una zona estratégica para el desarrollo y la estabilidad del país.
De hecho, este sábado la respuesta de la dictadura venezolana no se hizo esperar.
Yván Gil, canciller del régimen chavista, rechazó “con absoluta firmeza” las declaraciones del presidente Ali sobre la presunta implicación de la dictadura de Maduro en actividades de contrabando ilegal de oro.
“Irfaan Ali hizo atrevidas e infundadas acusaciones en contra del Gobierno venezolano, mintiendo descaradamente sobre un tema que bien conoce, ya que es el verdadero jefe de la mafia de extracción ilegal del oro y minerales, que ha ocasionado una destrucción acelerada del ambiente y la vida misma en un territorio que no le pertenece”, reza un comunicado publicado este sábado por el titular de Exteriores chavista.

En la misma nota, reprochó al Gobierno de Guyana no solo su “subordinación política” a Estados Unidos, desde donde Ali ha pronunciado las palabras objeto de esta disputa, sino también que “están liderando un esquema de saqueo del petróleo en un mar pendiente de delimitación, cuya explotación es completamente ilegal e ilegítima según el Derecho Internacional”.
En esta misma línea, las autoridades de Caracas han vuelto a poner sobre la mesa el tema de la soberanía del Esequibo, asegurando que “la Guayana Esequiba es territorio venezolano, y solo el Acuerdo de Ginebra de 1966 constituye el mecanismo válido y reconocido para resolver la controversia sobre ese espacio terrestre”. “No existe atajo judicial ni maniobra mediática que despoje a Venezuela de sus derechos históricos”, agrega el escrito.
Por último, el canciller chavista exigió al presidente Irfaan Ali que “mantenga silencio cuando se refiera a Venezuela”, pues “no tiene legitimidad para señalar a nadie”, y ha aseverado que, “más temprano que tarde, tendrá que sentarse con Venezuela a resolver lo que se niega a admitir: que el Esequibo es venezolano”.
(Con información de AP y EFE)